¿Cómo se forman?
Estas islas se crean por la acción combinada de las corrientes oceánicas y el viento, que arrastran plásticos desde zonas urbanas, desembocaduras de ríos y sistemas de drenaje. Los plásticos que no son gestionados correctamente llegan a los océanos y, a través de la corriente marina, convergen en áreas conocidas como giros oceánicos, donde quedan atrapados.

Las causas de la formación de estas islas son diversas: no reciclar adecuadamente, los vertidos ilegales, aviones que sobrevuelan los océanos, barcos de todo tipo, la gente que ensucia las playas, los ríos que desembocan con agua contaminada en los mares y océanos, los fuertes vientos que arrastran basuras hasta las aguas...
Hay una parte de las causas que generan estas islas que son controlables: no reciclar o ensuciar las playas; lo que son acciones humanas. Sin embargo, por otro lado existen las acciones inevitables, como lo son los vientos fuertes.
¿De dónde proviene todo el plástico?
La mayoría del plástico en los océanos proviene de la tierra. Gran parte se origina en zonas urbanas costeras y llega al mar debido a la falta de una gestión adecuada de residuos.
Algunos estudios estiman que entre el 60% y el 90% de los plásticos en el océano vienen de tan solo diez ríos del mundo, ubicados en Asia y África. La industria pesquera y el turismo también son responsables, ya que contribuyen con redes, aparejos de pesca y otros desechos plásticos.


Principales zonas afectadas
Actualmente, se han identificado cinco giros oceánicos en el mundo donde se acumulan grandes cantidades de plástico: en el Pacífico Norte, Atlántico Norte, Pacífico Sur, Atlántico Sur e Índico.
La conocida Gran Mancha de Basura del Pacífico es la más grande y ha captado la mayor atención mediática, pero todas las zonas de convergencia de corrientes están gravemente afectadas.